Rosy Ramos y Familia

Familia Farías Ramos. Rosy Ramos, es casi mi hermana. Nos conocimos en sexto de primaria. Whop!!! Cuando yo reción llegue a Saltillo, a una primaria llamada "Josefa Ortiz de Dominguez". Recuerdo haberla conocido cuando lloraba en un baño, porque había muerto la mamá de un compañerito. Yo siempre había sido medio fría y todos los niños y niñas me veían feo porque yo no lloraba con ellos. Pero no podía entender, por qué todos lloraban, si no habían conocido a la difunta?????. (Cara de What?). Nuestra vida ha continuo, con horas y horas por teléfono en la secundaria. Desde las tres de la tarde hasta las 3 de la mañana. En la prepa ella opto por el Colegio Mexico, y yo segui en una prepa de gobierno. Sin embargo, seguiamos con las horas por teléfono y mil cosas más. En la Universidad optamos por caminos super diferentes, ella como estudiante de Derecho, que por cierto, fué de los mejores promedios de su generación, y yo en la entonces Escuela de Matemáticas, ahora Facultad. Parece mentira como pasa el tiempo. Ahora con esas lindas gemelas a las cuales mi niño adora, y con Chuy (el compadre!!).
Ahora un poco más modernas, podemos pasar horas en el chat, o mandandonos mensajes por celular, parece que ambas vivieramos aun en la misma ciudad. Ella radica, por supuesto, en Saltillo. Precisamente en frente de la casa de Mario Gil en la calle Nogales. Noches de pijamada, noches de vino tinto. Ah!!!, no puedo dejar de aclarar, que la mejor boda a la que he asistido en muchos años fué a la de Rosy, probablemente piensen que soy poco objetiva al respecto, pero no, realmente fué hermosa. En la Catedral, puedo recordar las lecturas y no mencionemos la fiesta en el Casino de Saltillo, más de 500 invitados, la música excelente, la comida. No se le fué el más mínimo detalle. Bueno con decirles que hasta declame "Post-Umbra, de Juan de Dios Peza", y nunca lo he hecho por nadie, solo por ella.!! Chuy es un gran tipo, me cae super bien, y me encanta ir a visitarlos y robar de su café Toster Choice. :). Me encanta su hogar, su familia y sus hijas. Cada vex que voy a Saltillo, salimos, tomamos café, platicamos, y nos enfadamos de oir gritar a los 3 niños, que parecen el remolino. Podemos sentarnos por horas y horas y la charla, nunca terminaría. Gracias Rosy, por compartir tu vida con la mía. Gracias por escucharme en los momentos más difíciles de mi vida. Gracias por las risas, por las lágrimas, por los momentos de infancia, adolescencia, juventud y ahora madurez que hemos compartido. Solo deseo que siempre seas muy feliz junto a Chuy y que siempre tomemos café y vino tinto, aunque no es despreciable el Whisky....Tienen mucha razón al decir, que la familia, no siempre es la de sangre. Tú, eres parte de mi familia.