domingo, diciembre 11, 2005

Los diferentes rostros de la fe en México.

...Hace algunas horas fuí al aeropuerto por Rafa que venía llegando de Hermosillo, tuve oportunidad de tomarme un café y leer un poco antes de su llegada. Leí unos capítulos de un libro que acabo de comprar que se llama "Alquimia Emocional" y lo escribe nada mas y nada menos, que la esposa de Daniel Goleman, el cuate que escribió "Inteligencia Emocional". La escritora tiene toda la pinta de ser psicoanalista o algo así, sin embargo, no es tan malo. Después de una tarde de lectura, café y cigarrillos, que debo confesar fué muy placentera, me dirigí al aeropuerto. En ese momento recorde que era 11 de diciembre y que mañana es día de la Virgen de Guadalupe. (Me parece extraño escribir al respecto), la avenida que va al Aeropuerto de la Ciudad de México, también es la avenida por dónde miles de personas vienen en peregrinaciones para cantarle las mañanitas a la Virgen en la Basílica. Ibamos a vuelta de rueda, hice 20 minutos en un tramo dónde normalmente se hacen 3. Pero tuve la oportunidad de observar y admirar la fe del mexicano, yo al menos pude ver cientos de personas a pie, en bicicleteas, con carreolas de bebés, en camionetas, de verdad es IMPRESIONANTE. Familias enteras, parejas, amigos, cuates, niños, ancianos. Por un instante pude sentir la energía que se desbordaba en el ambiente. Sentí pena de mi misma por yo no compartir en ese extremo la FE del mexicano. Sentí alegría por mi país, por este pueblo que en medio de la miseria pide a DIOS por mejorar su calidad de vida. Sentí curiosidad por cada ser humano que desfilaba ante mis ojos. Senti envidia por esos seres que iban llenos de alegría a dar gracias, a pedir...En eso estaba, cuando de repente a unos metros del coche, una mujer de edad adulta se tropezo y cayó de cara en el pavimento. Las personas que venían con ella se apresuraron ayudarla, pero no solo eso varios de los peregrinos se acercaron a ofrecer su ayuda. La señora se puso de pie y le ofrecieron una silla y le limpiaron la cara, sin embargo, la señora continuo su camino. A unos metros vi una pareja de novios, quizá de 20 años ambos, tomados de la mano, y con sus mochilas respectivas en la espalda, cada mochila con una imagen de la Virgen Guadalupana. Debo mencionar, que había camisetas, cuadros, imagenes de todo tipo. Qué extraña sensación me dejo aquella escena. Todavía ahorita al recordarlo quisiera compartir con ustedes el egregor del pueblo mexicano. La clase social era una en ese momento. De repente, sin darme cuenta, ya estaba en el aeropuerto. Rafa subió al coche. Y regresamos a nuestra realidad. En qué momento las personas pierden la fe?. En qué momento la adquieren?. En que momento depositan en esas imagenes la vida entera?. Admiro al pueblo por sus creencias, por su cultura, por su devoción, por su entrega. Un pueblo pobre, lleno de ilusiones. Tenía ganas de tener una grabadora en el auto, para poder describir cada instante de esta fiesta mexicana. Una fiesta que yo no había tenido oportunidad de compartir y de vivir de forma tan intensa. Fueron unos minutos de mucha reflexión. Una experiencia que vivi en tan solo 20 minutos de tráfico, mientras las personas tenían un destino claro, y los aviones sobre-volaban. Era tan contrastante la escena. Vuelos Internacionales llegando a la Metropoli y cientos de personas que vienen de pueblitos inimaginables caminando y mostrando el ROSTRO DE SU FE. Qué padre es poder compartir cosas tan simples de las que no se te toma conciencia con frecuencia.

Abrazos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Martiux...

Curiosamente yo hoy hice un recorrido semejante por el santuario de la vírgen aca en esta ciudad (en provincia).

Yo también admiro la entrega y fortaleza de este nuestro pueblo. Pero mi sentimiento ante la fe que veo es contradictorio.

Yo veo personas que prefieren depositar la fe sobre su destino en un símbolo en vez de en sí mismos. Es algo profundo y complicado, porque el símbolo de la vírgen crea un ejemplo de bondad y rectitud en las personas, eso definitivamente es bueno.

No quiero que este comentario suene arrogante, puedo decir que tal vez sea un reflejo de mi desfachatez religiosa.

¿Te imaginas si toda esa energía se encausara para algo distinto? Imagínate 7 millones de personas construllendo o reparando casas, empedrando o barriendo sus calles, recibiendo algún extraño a comer en sus casas o limpiando sus ríos. Para mi sería estremecedor.

Es como si esperásemos que algo mucho más grande que nosotros solucionara problemas.

Te acuerdas de las escenas del terremoto del '85. Las personas no se pusieron a rezar por sus seres queridos, eso vino después. Lo primero fué buscarlos con sus propias manos. Eso hizo la diferencia a mi parecer, eso es lo que realmente nos hace grandes como pueblo.

En mi opinión el enfoque religioso en México es equivocado. Me parece que la balanza se inclina hacia la esperanza en la ayuda de un ser magnánimo en vez de confiar en la enorme posibilidad de generocidad y creación de cada uno de nosotros. La confianza en uno mismo está muy devaluada.

Aquí no juzgo la validez de la creencia Católica, trato de razonar sobre su enfoque.

Mi comentario no trata de convencer, es sólo una reflexión.

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1:04 a.m.  

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